En este trabajo he intentado recopilar todo lo referente a las aves en la cultura popular de nuestro ámbito geográfico. Quizás, no es ni tan siquiera un uno por ciento de lo que hubo, y digo hubo porque, cada día, se pierde un poco de esta cultura.
La estructura de este libro va sistematizada por especies y, en el marco de cada una, podemos encontrar distintos apartados como nombres vernáculos onomatopéyicos, onomatopeyas con el canto, leyendas, curiosidades, dichos, expresiones, canciones, poemas, cuentos, fábulas, trabalenguas, adivinanzas, chistes y refranero. No para todas las especies encontrará el lector cada uno de estos apartados; depende de la información que ha podido recopilarse en cada caso; así, para algunas aves, como el cuco, puede encontrarlos todos, para otras tan sólo uno o dos. La no aparición de algún ave en este libro se debe, o bien a que se trata de una especie rara (aves poco frecuentes) o que, hasta el momento de la publicación, no se ha podido encontrar referencia alguna.
El hecho de que en los distintos apartados, las informaciones vayan precedidas del nombre de una localidad, no excluye que aquéllas se hagan extensivas a otras zonas. Lo único que indica es dónde han sido recogidas.
A continuación se ofrece un breve comentario sobre cada uno de los apartados antes mencionados:
Nombres vernáculos onomatopéyicos
Un nombre vernáculo es aquel, no científico ni común, con el que se conoce a una especie en un lugar determinado. Un pueblo, una comarca, una provincia, etc.
El nombre científico que recibe un ave, sirve para que pueda ser reconocida por toda la comunidad, sea de la nacionalidad que sea. Está compuesto por dos palabras en latín o latinizadas, la primera de las cuales, con inical mayúscula, identifica el género y, la segunda, enteramente en minúsculas, la especie (por ejemplo: Motacilla alba; donde el género es: Motacilla; y la especie: alba).
El nombre común es aquel reconocido y recomendado por la Sociedad Española de Ornitología para el ámbito nacional (Lavandera blanca, en el ejemplo dado).
En las diferentes comunidades autónomas que tienen idioma oficial, poseen además su propio nombre común (Galicia: Lavandeira branca).
El nombre vernáculo es el que reciben en una zona concreta; puede variar en pocos kilómetros y, normalmente, le viene dado por el comportamiento, color, canto, época del año en que aparece, etc. (burlapastor, neverita, etc.).
En este libro sólo he recopilado los nombres vernáculos onomatopéyicos, es decir, aquellos que imitan el canto del ave (tifita, churuvita, churuvía, etc.). No obstante, se incluyen numerosos nombres vernáculos no onomatopéyicos dentro de los dichos, refranes, leyendas, canciones y demás formas literarias de la tradición oral popular recopiladas.
Onomatopeyas
Si escuchamos con atención el canto de un ave, es posible que algunas notas se asemejen a una o varias palabras. Con un poco de ingenio, hasta seríamos capaces de componer una frase, poesía, canción, etc. que se adaptaría perfectamente al canto, creando así una onomatopeya. Es, sin duda, una rica muestra de la imaginación de aquellas gentes que, tal vez por hacer más llevadera la labor agrícola, las inventaban (por ejemplo, para el carbonero común: "aguaquí, aguaquí, aguaquí...").
Leyendas
Las leyendas, historias que tienen más de maravillosas que de ciertas, por lo general, suelen tener como protagonistas a las aves más queridas y a las más odiadas. Las primeras suelen aparecer ligadas a lo divino y a la buena suerte: golondrina, chochín, petirrojo, etc. Y las más odiadas van de la mano de la mala suerte, la muerte o del desprecio hecho a Jesucristo: cuervos, cornejas, búhos, lechuzas, etc. Aunque esto no es siempre así, se da el caso de que en alguna zona se puede invertir el amor y el odio para con las mismas especies.
Curiosidades
Sin llegar a la profundidad de la leyenda, el comportamiento de las aves se suele utilizar, a veces con una certeza impresionante, para dar explicación a ciertos fenómenos. Suelen tener algo más de cierto que las leyendas, que, por lo general, carecen de ello.
Dichos y expresiones
Resulta riquísimo el vocabulario campesino y cinegético, el más ligado a las aves y su comportamiento. Se han usado con mucha aproximación, a veces con la gracia de la picaresca ibérica, ciertas características y costumbres para realizar comparaciones con todo lo relacionado con el hombre: "pareces tifa que cría cuco" o "tienes más boca que una zumalla".
Poesía, cuentos, fábulas, canciones, etc.
El bello plumaje de algunas aves o el melodioso canto de otras, ha sido fuente de inspiración para los escritores desde el principio de los tiempos. Versos y prosas han tenido como protagonistas a ruiseñores, calandrias, golondrinas, etc.
Aunque se podrían escribir páginas y páginas recopilando las obras de los distintos autores que versan sobre las aves o que las tienen de algún modo como protagonistas, sólo he recogido una pequeña muestra de ellas.
Refranero
En el rico refranero español, aparecen con frecuencia las aves. Estos dichos agudos y sentenciosos, versan sobre distintos temas como la meteorología, costumbres, buenos y malos augurios, de la suerte, la fenología, lo religioso, la salud, las cosechas... Siempre se han caracterizado por mostrar algo cierto, aunque, en la actualidad, bien por el cambio climático, bien por la transformación del hábitat, en ocasiones se alejan de la nueva realidad. Así por ejemplo, el conocido "Por san Blas, la cigüeña verás", en referencia a la llegada de la cigüeña en fechas próximas a esa efeméride, hoy no se ajusta a la realidad, debido a que, buena parte de las poblaciones ibéricas de esta ave, ya no migran, al encontrar comida suficiente para pasar el cada vez menos duro invierno en los basureros.
SOLICITUD DE INFORMACIÓN
El motivo de publicar este libro cuando aun queda mucho por recopilar, es que no queda prácticamente tiempo para hacerlo, ya que en una o dos décadas se habrá perdido casi toda la información, un patrimonio cultural valiosísimo e irrecuperable si no nos damos prisa. He pensado que, si el lector lee los ejemplos que a continuación aparecen, es probable que le venga a la memoria algo de esa cultura popular que creía olvidada, y que tal vez la quiera compartir con el autor para una próxima edición revisada y ampliada.
Así mismo, también serán bienvenidos los datos con mamíferos, reptiles, anfibios e insectos u otros invertebrados como protagonistas, de los cuales el autor igualmente viene recopilando información.
Si este es el caso, puede enviar los datos de que disponga a la siguiente dirección: